El curioso caso del dióxido de cloro

Hasta hace cosa de dos o tres meses yo no había oído hablar del dióxido de cloro con fines terapéuticos. Supongo que debido a la crisis sanitaria que hemos estado sufriendo, escuché mencionar esta sustancia, y a partir de ahí fui descubriendo lo absolutamente controvertido que es este tema. Existe una polarización entre sus defensores y sus detractores que jamás había visto hasta ahora. Esto me llevó a preguntarme el por qué de tanta controversia y tanta desinformación, así que voy a hablar con detalle de este curioso caso intentado esclarecer algunos aspectos.

Lo primero que quiero aclarar es que cuando se habla de dióxido de cloro generalmente se hace refiriéndose indistintamente al mismo (ClO2) y a otra sustancia diferente, el clorito de sodio (NaClO2), que es incorrectamente llamada MMS (Miracle Mineral Suplement, o Suplemento Mineral Milagroso), y ambas a su vez son agrupadas bajo el nombre de lejía (nombre que no se refiere científicamente a ninguna sustancia en concreto, sino a muchas sustancias diferentes, siendo la lejía doméstica -o lavandina en algunos países- hipoclorito de sodio o NaClO). Aunque no hace falta ser químico para darse cuenta de que todas estas son sustancias diferentes, debo dejar claro que el siguiente artículo se refiere exclusivamente al dióxido de cloro (ClO2) para evitar malentendidos (y sí, el clorito de sodio también se usó como sustancia de uso interno con fines terapéuticos, ya que al mezclarse con el ácido del estómago se genera dióxido de cloro, pero también otras sustancias que tienen efectos más tóxicos). El clorito de sodio no tiene un uso frecuente y no hay estudios claros acerca de su toxicidad, pero sin embargo el dióxido de cloro sí es una sustancia de vital importancia para los seres humanos, cumpliendo muchas funciones como desinfectante de eficacia extrema que son fundamentales para la higiene en muchos lugares, incluidos hospitales. Se trata por tanto de una sustancia muy bien conocida y estudiada desde hace muchas décadas.

Pero antes de referirme a los estudios científicos sobre el tema es importante explicar de qué están hablando quienes defienden esta sustancia por sus posibles fines terapéuticos y para uso interno, ya que aquí entender las dosis es algo fundamental (como con cualquier otra sustancia con potencial terapéutico).

Para esto me voy a referir a los protocolos propuestos en la página de Andreas Kalcker, quien ha estudiado esta sustancia y sus propiedades durante unos 13 años.

Empecemos por explicar la fórmula base que se usa: el dióxido de cloro es un gas (a temperatura ambiente), pero es soluble en agua. Lo que se usa como fórmula base en estos protocolos es una solución de dióxido de cloro en agua destilada en una concentración de 3000 ppm (partes por millón), o lo que es lo mismo, un 0.3% de ClO2.

Refiriéndonos al protocolo más universal, el Protocolo C, se añaden 10ml de esta fórmula base a un litro de agua, y esto se toma a lo largo de un día dividido en 8-12 tomas separadas por alrededor de una hora cada una.

Hagan las matemáticas: 10ml * 0.003 = 0.03ml de ClO2 en un día, dividido en unas 10 tomas de unos 0.003ml de ClO2 cada una (cabría señalar que, si no me equivoco, el dióxido de cloro se degrada rápidamente y no se acumulan las distintas dosis). (Aclaración: Esto equivale a 30mg/día de ClO2 dividido en 10 dosis de 3mg cada una. Puesto que los estudios se refieren a mg, con esto será más sencillo comparar las dosis. Si en cambio el estudio habla de dosis en el agua que se consume a lo largo del día, y suponemos que una persona consume 2 litros de agua al día, la dosis sería de 15mg/L -o 15ppm- y si consideramos que bebemos de media 3 litros al día entonces sería 10mg/L o 10ppm).

Una vez visto esto, vamos a explorar lo que dice la literatura científica acerca de la toxicidad de dióxido de cloro, empezando por estudios de los años 1980 mucho antes de que nadie probara esta sustancia para uso interno con fines terapéuticos:

Controlled clinical evaluations of chlorine dioxide, chlorite and chlorate in man. Lubbers et al. 1982.

Un pequeño resumen mío en español (pero no se fíen, lean el artículo ustedes mismos, nunca se fíen de los resúmenes ajenos): Este estudio se realizó con voluntarios humanos, seleccionando para las fases I y II a los adultos sanos, mientras que para la fase III se escogió a adultos que presentaban un potencial mayor riesgo debido a una deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa que presentaban.

En la fase I se fueron aumentando las dosis progresivamente, empezando por 0.1mg (de ClO2) por litro de agua, dividido en 2 tomas de medio litro cada una, separadas por 4 horas, y con ese mismo método se fue aumentando hasta los 24mg/L en un día (igualmente dividido en 2 tomas de 12mg de ClO2 cada una). Ningún efecto adverso fue observado en ninguno de los sujetos (tras realizar todo tipo de análisis de laboratorio).

En la fase II, se les dio una dosis diaria de 500ml de agua con una concentración de ClO2 de 5mg/L. O sea, 2.5mg de ClO2 al día en una toma, y esto durante 12 semanas. Se hizo el seguimiento hasta 8 semanas después de terminar el tratamiento y de nuevo no se observó ningún efecto adverso.

En la fase III, se hizo exactamente lo mismo que en la fase II pero con los voluntarios de riesgo. El resultado fue el mismo, sin efectos adversos observados.

Subchronic toxicity of chlorine dioxide and related compounds in drinking water in the nonhuman primate. Bercz et al. 1982.

Es este caso, el estudio se realizó con primates, y creo que citar literalmente esta parte del resumen del estudio mismo es suficiente para entender los resultados:

The only unexpected and significant toxic effect was elicited by ClO2; this chemical inhibited thyroid metabolism in the animals at a dose of ca. 9.0 mg/kg/day. A statistically significant decrease of serum thyroxine occurred after the fourth week of exposure to 100 mg/l.concentration. The extent of thyroid suppression was dose dependent in each individual monkey, and was reversible after cessation of exposure.

Mi traducción:

«El único efecto tóxico inesperado y significativo fue producido por el ClO2; este químico inhibió el metabolismo tiroideo en los animales a una dosis de ca. 9mg/kg/día. Una disminución estadísticamente significativa de la tiroxina en sangre ocurrió después de la cuarta semana de exposición a 100mg/L de concentración. La magnitud de la supresión fue dependiente de la dosis en cada mono, y fue reversible tras detener la exposición

O sea, una dosis de 9mg/kg/día comenzó a tener un efecto adverso (hipotiroidismo moderado) después de la cuarta semana de ingesta diaria. Esto en un humano adulto de unos 70 kg de peso equivale a 9 * 70 = 630mg/día de ClO2 durante 4 a 6 semanas. Una cantidad más de 100 veces superior a la dosis considerada terapéutica (Corrección: En realidad esta dosis equivale a 21 veces la propuesta en el protocolo C mencionado más arriba). ¿Cuántos medicamentos podría uno tomar a 100 21 veces la dosis terapéutica durante al menos 4 semanas sin sufrir prácticamente ningún efecto negativo? (O sea, si a uno le recetan tomarse una pastilla 3 veces al día de un medicamento cualquiera, ¿qué pasaría si se toma 21 pastillas 3 veces al día – 63 pastillas al día- y continúa así durante un mes?).

Toxicity of Chlorine Dioxide in Drinking Water. Abdel-Rahman et al. 1984

En esto otro estudio los sujetos fueron ratas, a las que se dividieron un distintos grupos: un grupo de control que tomaba solamente agua, y otros cuatro grupos en los que cada uno tomó respectivamente 1mg/L, 10mg/L, 100mg/L y 1000mg/L en el agua que bebían. Estos animales estuvieron bebiendo este agua durante 11 meses que duró el estudio. Aquí prefiero que vean el estudio y las tablas con los resultados ustedes mismos y saquen sus propias conclusiones, porque a mí la impresión que me da es que incluso el grupo que tomó 1000mg/L no tuvo ningún efecto que pueda calificarse de significativo al comparalo con el grupo de control (pequeñas variaciones que quizá no sé interpretar de forma correcta). Lo que sí puedo decir es que 1000mg/L en el agua que beben al día es una dosis absolutamente disparatada. En un humano que bebiese 2L de agua al día estaríamos hablando de que tomaría 2000mg de ClO2 al día durante 11 meses (67 veces la dosis recomendada en el protocolo C), algo brutal que no recomiendo a nadie que pruebe en su casa bajo ninguna circunstancia, a pesar de que a esas ratas no parece haberles pasado nada especial.

Aclaración: La dosis letal media (LD50) por vía oral en ratas está establecida en un estudio anterior del mismo equipo (al que se hace referencia en el NIOSH) es de 292mg/kg. En humanos no se ha establecido en experimentos (por motivos obvios) y no hay datos de ninguna muerte por ingestión, pero extrapolando el valor a un humanos de 70kg. esto sería equivalente a 20440mg de ClO2 (recordemos que la dosis terapéutica más usual es de dosis de 3mg, 10 veces al día para un total de 30mg al día – la dosis letal teórica sería unas 681 veces esos 30mg/día. Para comparar, el paracetamol tiene una LD50 por vía oral en ratas de 1994mg/kg, lo que en un humano de 70kg sería equivalente a unos 140.000mg. A dosis de 2000mg/día, la dosis letal sería igual a unas 70 veces la dosis terapéutica, o unas 10 veces más tóxico/letal que el ClO2. No en vano, sólo en EE.UU, las intoxicaciones por paracetamol se estiman en «more than 56,000 emergency room visits, 2,600 hospitalizations, and an estimated 458 deaths due to acute liver failure each year«. Mi traducción: «más de 56000 visitas a emergencias, 2600 hospitalizaciones, y una estimación de 458 muertes debidas a fallo hepático agudo cada año«).

Y ahora el más reciente que conozco:

Efficacy and Safety Evaluation of a Chlorine Dioxide Solution. Jui-Wen Ma et al. 2017

El estudio evalúa su eficacia antimicrobiana y antiviral, citotoxicidad (toxicidad celular), irritación ocular por contacto con la solución, toxicidad por inhalación y toxicidad oral subcrónica. Lo que aquí nos interesa más es la citotoxicidad y la toxicidad oral subcŕonica:

Low toxicity was demonstrated through an in vitro cytoxicity test (high IC50 765 ± 18 ppm)

Mi traducción: «Se demostró baja citotoxicidad a través de una prueba in vitro«, con el valor IC50 representando la concentración de inhibición del 50% de las células, establacida en 765 ppm.

In the subchronic oral toxicity test, 0, 5, 10, 20, and 40 ppm UC-1 was prepared to feed the mice. Clinical observations of the mice showed no abnormality and no mortality after 90 days for the control and test groups (Table 5). The mouse weight was not influenced (Figure 5). Moreover, necropsy and gross examination did not show any pathological symptoms (Figure 6). The weights of the heart, liver, spleen, and kidney of the test groups did not differ significantly compared with those in the control group (Table 6). Therefore, administration of up to 40 ppm UC-1 to mice for 90 days is nontoxic.

Básicamente, se probaron concentraciones de 0 a 40 ppm durante 90 días en ratones. No hubo ninguna abnormalidad ni diferencia entre el grupo de control (0 ppm) y el resto (hasta 40 ppm), controlando desde el peso hasta una necropsia para examinar los órganos internos. Se establece por tanto que la administración de hasta 40 ppm durante 90 días en ratones no es tóxica.

Recordemos una vez más que la dosis recomendada con fines terapéuticos es (en el agua que se bebe durante el día) de 10 – 15 ppm.

Hagamos aquí una pequeña pausa con la literatura científica y veamos un vídeo corto en el que la Dra. en Ciencias Químicas por la Universidad de Alicante, Rocío Lapuente, contesta a algunas preguntas sobre el dióxido de cloro:

Aclaradas esas dudas, continuemos con un par de estudios más recientes que tratan sobre la toxicidad tanto en el aire como en tejidos humanos y animales ya que menciona algo sobre ello en el vídeo.

Protective effect of low-concentration chlorine dioxide gas against influenza A virus infection. Ogata et al. 2008

A pesar de que efectivamente el dióxido de cloro es mucho más tóxico cuando se inhala (se trata de un gas), es tan letal contra patógenos a una concentración tan baja que este estudio realizado también con ratones (a los que se infecta con el virus de la gripe con un aerosol) examina el potencial que podría tener como desinfectante del aire para prevenir la gripe (en el caso concreto el virus de la Influenza A). Cito literalmente del resumen también:

Taken together, we conclude that ClO2 gas is effective at preventing aerosol-induced influenza virus infection in mice by denaturing viral envelope proteins at a concentration well below the permissible exposure level to humans. ClO2 gas could therefore be useful as a preventive means against influenza in places of human activity without necessitating evacuation.

Mi traducción y énfasis mío también:

«Tomados en conjunto [los resultados], concluimos que el gas ClO2 es efectivo en prevenir la infección de la gripe inducida por un aerosol en ratones por medio de desnaturalizar el envoltorio de proteínas viral a una concentración sustancialmente inferior a la exposición permisible en humanos. El gas ClO2 podría por tanto ser útil como medida preventiva contra la gripe en lugares de actividad humana sin necesidad de evacuación

Por último un interesante estudio sobre su uso como desinfectante tópico, en el que explora el mecanismo por el que esta substancia (el dióxido de cloro) es tan efectivo contra virus, bacterias, hongos y parásitos pero es prácticamente inocuo con el tejido animal (y humano, claro).

Chlorine Dioxide Is a Size-Selective Antimicrobial Agent. Noszticzius et al. 2013

ClO2, the so-called “ideal biocide”, could also be applied as an antiseptic if it was understood why the solution killing microbes rapidly does not cause any harm to humans or to animals. Our aim was to find the source of that selectivity by studying its reaction-diffusion mechanism both theoretically and experimentally.

Mi traducción:

«ClO2, el tal llamado «biocida ideal», también podría ser aplicado como un antiséptico si entendiéramos por qué la solución que mata a los microbios rápidamente no causa ningún daño a humanos o animales. Nuestro propósito era encontrar la raíz de esa selectividad mediante el estudio de su mecanismo de reacción-difusión tanto de forma teórica como experimental

Se trata de un estudio algo denso, no muy apto para el público general, en el que usan tripas (vejigas) de cerdo como tejido animal para experimentar la acción del dióxido de cloro en ellas. Tan sólo puedo citar de las conclusiones lo siguiente:

Chlorine dioxide is a size selective antimicrobial agent which can kill micron sized organisms rapidly but cannot make real harm to much larger organisms like animals or humans as it is not able to penetrate deeply into their living tissues. Moreover the circulation of multicellular organisms can provide an additional protection to these organisms against ClO2.

Mi traducción:

«El dióxido de cloro es un agente antimicrobiano selectivo por tamaño que puede matar a organismos de tamaño de micrones rápidamente pero no puede crear auténtico daño a organismos mucho mayores como animales o humanos ya que no es capaz de penetrar de forma profunda en sus tejidos vivos. Más aún, la circulación de organismos multicelulares puede proveer una protección adicional a estos organismos contra el ClO2

La polémica

Cómo ya mencioné al comienzo del artículo, existe una gran polémica con respecto a esta sustancia. Algo sin precedentes. Aquí algunos ejemplos de los artículos publicados en diferentes medios:

  • Dióxido de cloro, el peligroso químico que se vende como cura para todo. (BBC, BBC)
  • Cuidado con el vídeo que afirma que el CDS o dióxido de cloro (derivado del MMS) cura el coronavirus: no hay ninguna prueba y puede ser peligroso (maldita.es)
  • El negocio del MMS: la sustancia tóxica que ni cura el coronavirus ni nada (The Conversation)
  • Dióxido de cloro, el peligroso químico que se promociona como cura para el covid-19 y sobre el que advierten los expertos (Yahoo.com)
  • El peligroso dióxido de cloro como supuesta cura contra el cáncer pese a las advertencias de Salud (La Vanguardia)

Son un pequeño ejemplo de los muchos artículos publicados en la prensa sobre el tema. Si las leen, verán que todas vienen a decir más o menos lo mismo: que es una sustancia altamente tóxica y peligrosa que puede poner en riesgo la salud (y la vida) de quien la tome. Se incluyen tanto el clorito de sodio como el dióxido de cloro de forma indistinta, se las denomina «lejía industrial» y se cita como fuente básicamente a la FDA (Food and Drug Administration, entidad encargada de aprobar medicamentos en los Estados Unidos), lo que en principio parecería razonable. Pero cuando uno de hecho va a la página de la FDA para ver la información que esta contiene, se encuentra con los siguiente:

  • La misma falta de distinción entre distintas sustancias químicas, calificándolas conjuntamente como potentes lejías.
  • «Drinking any of these chlorine dioxide products can cause nausea, vomiting, diarrhea, and symptoms of severe dehydration. […] The FDA has received reports of consumers who have suffered from severe vomiting, severe diarrhea, life-threatening low blood pressure caused by dehydration, and acute liver failure after drinking these productsMi traducción: «Beber cualquiera de estos productos de dióxido de cloro puede causar nausea, vómitos, diarrea, y síntomas de deshidratación severa. […] La FDA ha recibido informes de consumidores que han sufrido vómitos, diarrea severa, hipotensión de peligro de muerte causada por deshidratación, y fallo hepático agudo después de beber estos productos

A continuación aparece un enlace en el que dice «Submit the report online» (envía tu informe online), lo que parece significar que estos informes recibidos son remitidos a través de un formulario online directamente a la FDA. Algo que no inspira demasiada confianza, la verdad.

¿Donde está en la página de la FDA la información documentada sobre la toxicidad de cada una de estas sustancias (cada una por separado, claro)? ¿Por qué no hay ningún enlace a la literatura científica que ha estudiado el tema durante décadas? Por otra parte, la FDA emite muchos avisos sobre la toxicidad de diversas sustancias, incluidos los medicamentos aprobados de uso más común:

LA FDA refuerza la advertencia que los medicamentos sin aspirina antinflamatorios no esteroides (AINES) puedan causar ataques cardiacos o derrames cerebrales (Link)

Algunos de los informes citados hacen referencia a casos aislados, jamás verificados, y en los que la causa-efecto es altamente dudosa: una pareja que viajaba a una isla del pacífico y la mujer tomó clorito de sodio (no dióxido de cloro, que es la sustancia de la que habla este artículo) para prevenir la malaria y murió a las 12 horas. Aunque la autopsia no pudo establecer la causa de la muerte, el marido asegura que fue debido al consumo de clorito de sodio (no sabemos cómo se consumió, en qué cantidad, si la mujer tenía alguna patología especial que pudiese haber provocado la reacción, etc…).

En la literatura científica sólo conozco este curioso caso (que de nuevo se refiere a clorito de sodio y no a dióxido de cloro):

Kikuchi-Fujimoto disease presenting after consumption of ‘Miracle Mineral Solution’ (sodium chlorite). Min Ren Loh et al. 2014.

Una mujer de 41 años y origen malayo que un mes antes había empezado a trabajar en un laboratorio de ciencias de la salud inspeccionando válvulas cardíacas bovinas sufrió un cuadro de fiebres altas durante varios días. Un día antes de que se presentara el cuadro, la mujer había bebido una vaso lleno de MMS (clorito de sodio) diluido en agua, que había sido preparado por un familiar de Nueva Zelanda que estaba de visita. La mujer desconoce la cantidad que fue usada, pero afirma que olía a lejía doméstica.

Pues bien, esta mujer desarrolló una rara enfermedad conocida como Kikuchi-Fujimoto, de causa desconocida. Los autores especulan sobre la posibilidad de que hubiera sido producida por el daño oxidativo de la ingesta de clorito de sodio.

Claro que no sabemos ni si lo que esa mujer bebió era realmente clorito de sodio o cualquier otra cosa, ni sabemos la dosis que tomó, ni desde luego sabemos si existe la más mínima relación entre lo que sea que bebiera y la enfermedad que desarrolló.

Y por desgracia, esto es más o menos todo lo que hay en cuanto a información sobre los efectos negativos del clorito de sodio (sobre el dióxido de cloro no he encontrado ninguno en absoluto. Corrección: Aquí he encontrado un artículo científico sobre un caso de intoxicación por consumo de dióxido de cloro por vía oral: An unusual case of reversible acute kidney injury due to chlorine dioxide poisoning. Bathina, Yadla et al. 2013 – «Un caso inusual y reversible de daño agudo de riñon debido al envenenamiento con dióxido de cloro», que trata de un sólo caso, pero al menos documentada la sustancia y la cantidad consumida – 250mL de dióxido de cloro. Nueva corrección: el producto era un disolvente con una fórmula «única, basada en componentes de ClO2 para mayor fuerza», vamos, una garrafa de un producto de limpieza muy fuerte para granjas, que a saber qué tenía exactamente. Examinen la foto a ver qué les parece).

Se tratan de casos no documentados ni verificados, además de ser totalmente aislados. Bien podría ser verdad que aquella mujer que iba de viaje a una isla del pacífico muriese a causa de tomar una cantidad indeterminada de clorito de sodio, pero no lo sabemos. Suponiendo que así fuese, tampoco estaríamos hablando de nada fuera de lo común. Seamos claros, las muertes por reacciones adversas a todo tipo de medicamentos es una de las causas de mayor mortalidad a nivel mundial. Todos los medicamentos (y no medicamentos) causan reacciones adversas en un porcentaje de la población, y no hay mucho que podamos hacer al respecto. Cuando alguien toma, por ejemplo, Metamizol (conocido por los nombres comerciales Nolotil, Analgin, Novotil, etc…) que no es algo que cure nada, sino un simple analgésico que alivia el dolor de cabeza (o cualquier otro dolor), sabe que se expone al riesgo de padecer cualquiera de los efectos secundarios conocidos, que incluyen la agranulocitosis (o neutropenia) que tiene un riesgo de muerte del 30% de los casos. Aún así, yo, como cualquier otra persona, lo tomo cuando considero que lo necesito. Supongo que básicamente por la misma razón que me subo a un coche o a un avión, a pesar de saber que puedo tener un accidente que me cueste la vida. Simplemente, no hay nada que sea 100% seguro en esta vida, y las personas nos morimos por una u otra razón, antes o después.

Entonces, ¿por qué esta campaña tan extrema en contra del dióxido de cloro? Pues sinceramente, no lo sé. Parece haber una gran pasión entre sus defensores (generalmente gente que lo ha tomado y le ha ido bien, cuya pasión entiendo) y sus detractores (generalmente gente que ni tiene ninguna experiencia con la sustancia, ni conocimiento sobre la misma, cuya pasión me deja algo perplejo). En realidad sus detractores se dedican a repetir como un mantra que eso es beber lejía y citan como fuente a la FDA, ignorando toda la literatura científica y sin siquiera molestarse en preguntar a algún químico conocedor de la sustancia, que les diría exactamente lo mismo que la Dra. en ciencias químicas Rocío Lapuente dice en el vídeo mostrado más arriba, ya que en realidad no existe ningún debate científico en torno a la toxicidad del dióxido de cloro (que, repito, es una sustancia de vital importancia para la salud publica, muy bien conocida y estudiada). Citar a la FDA sin realizar ningún tipo de comprobación sobre los datos expuestos por a FDA resulta tan convincente como decirles a Galileo o a Copérnico que la tierra es plana y no se mueve alrededor del sol porque lo ha dicho el Papa.

No llego a entender la lógica que existe en esta persecución por parte de personas que, repito, ni tienen experiencia ni conocimiento de la sustancia, a quienes sí la han probado y han tenido la suerte de haber podido mejorar sus vidas gracias haber obtenido un efecto positivo. Si el dióxido de cloro fuera una sustancia la mitad de peligrosa (en las dosis indicadas) de lo que afirman sus detractores, las decenas de miles de personas que llevan años tomándola (de forma ocasional o continuada) estarían gravemente enfermas o, más probablemente, muertas. ¿Debemos suponer que simplemente todas estas personas mienten y nunca han tomado la susodicha sustancia, pero que la promueven con el fin de envenenar al resto de la población? ¿Y por qué si los altos estamentos (como la FDA) dicen que es peligrosa sin aportar pruebas verificables y significativas (y en contra de toda la evidencia científica) poseen una fe ciega en que ellos sí que dicen la verdad? ¿No sería más productivo aplicar los mismos criterios críticos a todas las partes?

Es probable que parte de la culpa esté en algunas afirmaciones por parte de sus defensores que son poco afortunadas, del tipo:

  • El dióxido de cloro cura el cáncer
  • El dióxido de cloro cura el autismo

Ninguna sustancia ni terapia cura «el cáncer» (expresado así, en términos absolutos), igual que «el autismo». Estas no son enfermedades de una etiología única y específica, sino que son enfermedades con causas muy diversas (y casi siempre actuando en combinación) y también de manifestaciones muy diversas. Por tanto, cada caso es distinto y no hay ningún remedio universal. Eso no significa que cualquier sustancia o terapia no pueda curar algunos casos de estas enfermedades, pero habría que matizar mucho mejor esas afirmaciones. Tampoco creo que nadie las entienda de forma incorrecta, ya que todos sabemos lo que es posible y lo que no. Y, desde luego, tampoco justifica que en lugar de hacer esas correcciones se recurra a una desinformación mucho mayor.

Ejemplos de testimonios

Hay muchos testimonios por internet que son fácil de encontrar, así que aquí dejaré sólo un par de ejemplos:

Testimonios de una madre sobre la enfermedad de su hijo y de un hombre sobre su propia enfermedad (elegidos por su interés) (NOTA: Estos vídeos son borrados continuamente por Youtube, por lo que tengo que ir sustituyéndolos por otros):

Testimonio de uno de sus detractores (elegido al azar por haberme salido primero en la búsqueda):

¿Y cual el la solución a todo esto?

Pues esa es una buena pregunta. Pero por desgracia me temo que una solución no va a resultar fácil.

Lo primero que hay que saber es que el dióxido de cloro no está aprobado como medicamento para uso interno. La razón de esto es sencilla y no implica ningún tipo de teoría conspiratoria:

Como bien se encargan de recordarnos sus detractores, el dióxido de cloro se produce en cantidades industriales (miles de toneladas) y se usa, entre otras cosas, como blanqueador (a altas concentraciones y junto con otras sustancias), principalmente porque es efectivo y, sobre todo, barato (también podrían usar agua oxigenada – peróxido de hidrógeno, H2O2 -, que es otro blanqueador por oxidación, pero supongo que no será tan efectivo o tan barato. Y eso no nos dice nada sobre su propiedades en la salud, ya que es bien sabido que el agua oxigenada se usa como desinfectante tópico a una concentración del 2-3%, ya que concentraciones más altas también serían peligrosas. Lo que es quizá menos bien sabido es que nuestro cuerpo produce agua oxigenada de forma endógena, sobre todo para eliminar patógenos mediante oxidación. Aunque por desgracia hay bastantes patógenos que producen la encima catalasa, lo que les hace inmunes al agua oxigenada, aunque no al dióxido de cloro).

Tengan en cuenta que el proceso de investigación y administración para aprobar un nuevo medicamento es algo que requiere una enorme inversión durante años. Esto es algo que sólo está al alcance de las farmacéuticas que ya se dedican a ello. Si quisieran iniciar el proceso para aprobar el dióxido de cloro como medicamento deberían invertir una gran cantidad de dinero en ello, inversión que nunca van a recuperar vendiendo una botella en la que el 99.7% del contenido es agua destilada y el otro 0.3% es dióxido de cloro (en sí muy barato también). Esto no tiene ningún sentido económico, y más si este posible nuevo medicamento lo que hace es reducir las ventas de otros que ya tienen en el mercado y que sí les están resultando rentables. Si a esto sumamos que el dióxido de cloro en sí no puede ser patentado (sí puede patentarse una formulación específica, pero al final eso serviría de poco para que una vez aprobada la sustancia cualquiera pudiera producir cualquier otra formulación básica). Vamos, que no resulta razonable pedir a la industria farmacéutica que se interese por esta sustancia, ya que sería pedirles que cometieran un suicidio económico.

¿Y los estados? Los estados, hasta donde yo sé, no se dedican a financiar el estudio y proceso de aprobación de nuevos medicamentos. Eso es algo que ha quedado en manos privadas, y además si un estado quisiera hacer eso, estaría entrando en confrontación directa con esa industria que ya se dedica a ello, y que pasa por ser en conjunto una de las más ricas del planeta. ¿Por qué iba un estado a crearse semejante enemigo para aprobar el dióxido de cloro como medicamento?

Por tanto, me temo que la situación continuará siendo la misma que ha sido hasta ahora, en la que la gente que quiera probarlo tendrá que hacerlo en su casa (con el consiguiente riesgo que eso implica) y si le va bien lo recomendará, a riesgo de ser difamado, acosado, insultado y censurado (Corrección: la cosa ha ido a mucho peor).

Por último, admitir que yo no soy la persona que debiera haber escrito este artículo, pero habiendo visto lo que he visto me ha podido la vergüenza y también, por qué no decirlo, la responsabilidad de saber que alguien tenía que hacerlo.

Cualquier corrección o adición relevante, por favor háganmelo saber en los comentarios (que están moderados y sólo se mostrarán los que contengan información relevante para evitar que esto se convierta en un foro de debate. Para eso ya saben donde ir).

21 Comentarios

  1. Sergio Mastríaco dice:

    Aporto el análisis estequiométrico de la reacción que produce la sustancia: https://mega.nz/file/SB1kAKzb#iR7rJ4sgFBkL5vCG0XS0_ALnGfijIJd1hASGaDHA24U

    Me gusta

  2. clo2info dice:

    Hace un par de días, leí el siguiente artículo:

    Información útil sobre el MMS y el dióxido de cloro

    Es del mismo autor que otro citado en el artículo que fue publicado en The Conversation. Puesto que ese nuevo artículo parecía querer estar mejor documentado y ser «útil», dejé un comentario que más o menos decía lo siguiente:

    – Le agradecía su intento por aclarar la verdad con documentación científica
    – Le sugería que la falta de mención a las dosis era un error importante, ya que el artículo hace referencia por ejemplo a los daños sufridos en primates por consumo de dióxido de cloro en cantidades equivalentes a 9mg/kg/día durante 4-6 semanas (el estudio de Bercz et al. citado en este mismo artículo), pero que sin contexto la conclusión era la opuesta a la real (la real siendo que el dióxido de cloro es muy seguro a las dosis sugeridas, mientras que su artículo lo cita como prueba de su alta toxicidad).
    – Le preguntaba si realmente había leído el artículo que cita: Liu RJ, Ren AN (2016) [Six patients with chlorine dioxide poisoning]. La razón de esta pregunta es porque ese artículo está publicado en chino, y se refiere a un error en la manipulación de las sustancias por (entiendo) 6 trabajadores, que no realizaron el protocolo de forma correcta y la evaporación de gas de dióxido de cloro, al ser en una habitación cerrada, provocó la intoxicación de esas seis personas. Algo que nada tiene que ver con el tema tratado, pero cuyo título («Seis pacientes por envenenamiento con dióxido de cloro») sirve un afán sensacionalista en lo que parece una campaña del miedo.
    – Por último, le invitaba (si su voluntad era buena, cosa que yo asumía) a leer este artículo y apuntarme cualquier corrección que estimara pertinente, y a corregir el suyo igualmente para que ambos pudieran llegar a estar de acuerdo sobre los datos científicos.

    El comentario ni fue publicado, ni mucho menos contestado, sino simplemente eliminado. Desconozco la razón, pero parece que un comentario que buscaba aclarar la verdad debió ser considerado peligroso o subversivo, y en cualquier caso borrado. Es una pena que se prefiera recurrir al sensacionalismo y la desinformación de forma intencionada, sin no sólo ningún respeto por los lectores que le aplauden su bien documentado artículo, pero tampoco por la institución a la que inevitablemente representa.

    Tal es el triste estado de las cosas.

    Al menos, hay médicos que sí intentan hacer algo útil con la información, como buscar formas de curar a pacientes y poder salvar vidas.

    Me gusta

  3. Raul Rosado dice:

    Un excelente análisis. Felicitaciones por la profundidad y seriedad con que realiza su exposición, algo que le falta a la academia y a los detractores médicos y farmacéutica, que no se guían por el método científico, con lo cual un simple mortal mas o menos estudiado, se da cuenta de en las manos en que ha caído la medicina.

    Utilizamos dióxido de cloro, pero nuestro fuerte es el agua de mar, el nutriente por excelencia. Creamos una brigada humanitaria para asistir con agua marina a los sectores periférico marginales de Guayaquil, tal como Malvinas, Guasmo, Trinitaria y demás, uno de los lugares mas contaminados de latinoamérica, donde ningún médico ha ido, ni va a ir. De ello generamos el siguiente portal:

    http://aguademar.hidrosoft.ec/

    Le gusta a 1 persona

  4. Fernando García dice:

    Excelente análisis mostrando la realidad sin fanatismo al producto pero tampoco Satanizándolo no descartándolo .
    La clave está en la dosis como comentas muchos productos pueden ser tóxicos en grandes dosis FELICIDADES .

    Me gusta

  5. Jefferson Weiller César dice:

    Los científicos que no lo aceptan no conocen la molécula en profundidad, ya que revolucionará la medicina.
    O dióxido de cloro pode impedir a disseminação de coronavírus ou outras infecções virais? Hipóteses médicas
    https://akjournals.com/view/journals/2060/107/1/article-p1.xml
    https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1569027/; https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1569027/pdf/envhper00463-0059.pdf?fbclid=IwAR0mat3plg8xlh-oiBCK95_NM25A3xFVIU2cyACCZSApyM-kf1ZksAdmLoM; https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6520727/
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6520728/
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6520729/
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6961033/
    Dióxido de cloro é um agente antimicrobiano de tamanho seletivo:
    https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3818415/
    1. Departamento de Física, Grupo de Física Química, Universidade de Tecnologia e Economia de Budapeste, Budapeste, Hungria.
    2. Instituto de Medicina Translacional e Centro Internacional de Pesquisa e Treinamento em Nefrologia, Universidade de Semmelweis, Budapeste, Hungria.
    Fisiologia Internacional , 29 de fevereiro de 2020 , 107 (1): 1-11
    DOI: 10,1556 / 2060.2020.00015 PMID: 32208977
    https://europepmc.org/article/med/32208977

    Me gusta

  6. Dylana Araya dice:

    Excelente articulo, ojalá la gente abriera la mente y no se dejará llevar solo por los medios tradicionales.
    Algo que me he dado cuenta y que nadie explica, es que lo de la famosa iglesia y el nombre MMS, se hizo con la intención de poder evitar persecución de la ley, ya que existe mucha libertad de culto, esto en Estados Unidos, lo comento porque he visto que tildan este movimiento de religiosos y fanáticos, burlándose, sin saber el porqué de esto.

    Me gusta

  7. «»Algunos de los informes citados hacen referencia a casos aislados, jamás verificados, y en los que la causa-efecto es altamente dudosa»»
    Y lo dice usted, que no ha demostrado (ni nadie) que las supuestas curaciones se hayan debido a la lejía que usted sutilmente está promocionando en este artículo.
    Es una irresponsabilidad y probablemente esté incurriendo en delito contra la salud pública, incitar a consumir un desinfectante sin ninguna garantía de su inocuidad por parte de las autoridades sanitarias, que por cierto tienen prohibido la venta de este producto en algunos países. Da igual si el producto es tóxico (que lo es) o no. No hay estudios científicos que lo avalen como medicamento.
    Con respecto a las farmacéuticas también se le ve el plumero a la hora de dar una explicación de por qué no están metidas en el ajo. Sabemos como son las farmacéuticas, no nos vamos a sorprender si decimos que su interés primordial es el dinero, por otra parte como cualquier empresa, pero por esta misma razón, estas habrían adoptado el nuevo ‘elixir milagroso’ como estandarte para vender a troche y moche un producto por el cual toda o casi toda la población ignorante y más desfavorecida intelectualmente del planeta se pelea. Pero, por qué no lo hacen? Al fin y al cabo ya lo están haciendo con los productos homeopáticos cuyo principio activo es AGUA, AZÚCAR o AMBOS. El agua y azúcar es barata como el dióxido de cloro, lo que invalida tu argumento ya que siendo baratos venden el producto final con un valor muy por encima de su valor real, obteniendo pingües beneficios por ello, lo mismo que podrían hacer con este veneno. Pero volviendo a por qué no lo hacen…? Porque es un producto tóxico, porque está prohibido comercializarlo, porque no ha pasado ni siquiera el mínimo nivel de evidencia (el 5), porque no está autorizado por las autoridades sanitarias, porque es potencialmente mortal y solo serviría para hundir a la farmacéutica, etc…

    Me gusta

    1. clo2info dice:

      He aprobado su comentario ya que es el primero de este tipo que recibo y para que sirva como ejemplo de lo que no hay que hacer: comentar sin haber leído el artículo de principio a fin con una mínima capacidad de comprensión.

      «Y lo dice usted, que no ha demostrado (ni nadie) que las supuestas curaciones se hayan debido a la lejía que usted sutilmente está promocionando en este artículo.»

      No, yo no estoy promocionando ni sutil ni descaradamente el dióxido de cloro, y ni siquiera estoy hablando en ningún momento de sus propiedades terapéuticas. ¿Por qué tendría que demostrarlas? El artículo habla de los estudios científicos sobre su toxicidad y lo único que comento al respecto de su uso terapéutico es que hay gente que da testimonio de su potencial terapéutico (por experiencia personal o como médicos), y otros que dicen que es un veneno peligroso sin tener ninguna experiencia con la sustancia.

      «Da igual si el producto es tóxico (que lo es) o no. No hay estudios científicos que lo avalen como medicamento.»

      Efectivamente el producto es tóxico, ahí estamos de acuerdo. Su toxicidad está probada a ciertas dosis, como demuestran los estudios citados (y varios más no citados). A las dosis que recomiendan sus defensores, sin embargo, no se ha podido demostrar ninguna toxicidad (que no quiere decir que no la tenga, pero es demasiado baja para verificarla en esos estudios). En realidad, que sea tóxico a ciertas dosis no significa nada en especial. Todos los medicamentos aprobados son tóxicos no sólo a dosis más altas de las terapéuticas, sino a las dosis terapéuticas también. Lea el prospecto de cualquier medicamento que tenga en su casa y verá una buena lista de efectos adversos científicamente comprobados. En al caso del dióxido de cloro de momento no hay ningún estudio que haya detectado efectos adversos a las dosis indicadas, ya le digo. Supongo que porque al ser unas 10 veces menos tóxico que el Paracetamol (que está considerado un medicamento muy seguro con respecto a otros) la toxicidad a esas dosis es difícil de detectar y harían falta estudios mucho más completos para detectar algo.

      Sobre que no hay estudios científicos que lo avalen como medicamento también estoy de acuerdo. Creo que está bastante claro en el artículo.

      Su divagación sobre las farmacéuticas y la homeopatía no viene al caso. La homeopatía no está aprobada como medicamento y, por tanto, no ha debido pasar por todos los requerimientos para ser aprobada (que es lo que cuesta años y mucho dinero hacer). Por tanto no hay inversión que hacer ni que recuperar. Y puesto que es agua (y generalmente sacarosa o algunas gotas de licor) se puede vender libremente. No hay riesgo en ello.

      Pero volviendo sobre las dosis, le voy a recomendar que lea el último artículo publicado aquí para que vea que ahora también son los de su bando los que se suman a decir que las dosis usadas con fines terapéuticos no tienen ninguna toxicidad, ya que son microdosis, homeopáticas, y que por lo tanto no tienen ningún efecto, ni bueno ni malo.

      Y si hace un pequeño esfuerzo, quizá empiece a entender por qué a mi (que ni he tomado jamás dióxido de cloro, ni conozco a nadie cercano que lo haya hecho, ni mucho menos lo promociono, ni lo vendo) todo esto me da vergüenza.

      Me gusta

      1. Daniel dice:

        No hombre no, cómo va a ser más tóxico un Paracetamol que una lejía?? No hombre no

        Me gusta

      2. clo2info dice:

        Daniel, veo que has dejado varios comentarios aparte de este que he publicado. Agradezco el interés, pero como ya he comentado al final del artículo, esto no pretende ser un sitio para las peleas entre defensores y detractores fanáticos. Para eso ya hay otros mucho lugares. Si quieres aportar algún dato bien contrastado sobre el tema de la toxicidad ya sea del dióxido de cloro o del paracetamol, lo publicaré con mucho gusto. Pero ten en cuenta que la toxicidad de las sustancias depende de la dosis. Elabora sobre lo que afirmas saber (y afirmas que yo debo informarme mejor) y así nos informas a todos los que no sabemos lo que tú sí dices saber. Con datos contrastados y verificables, a ser posible. O si no, al menos con una argumentación lógica.

        Un saludo.

        Me gusta

    2. Arturo Rodríguez Fernández dice:

      Una aclaración a su afirmación de que no está autorizado el dióxido de cloro… Presisamente debido a que se comercializa como desinfectante de agua para beber, es que se descubrió que puede tener efectos terapéuticos. Toda la historia apareció en un artículo de la revista Discovery Salud de España, me parece que el número 30, dónde dicen que el MMS es una sustancia absurdamente prohibida. Hoy se pueden encontrar productos de marca registrada iguales al MMS que se venden como desinfectante de agua para beber, tengo dos referencias en éste momento; Biox y Aquamira. Por cierto, una empresa española (curiosamente digo yo) fabrica tabletas purificadoras de agua, para Aquamira, cuya función es generar dióxido de cloro al disolverse en el agua para beber, uso militar primordialmente según un tutorial de uso en Youtube, y no es la única marca que vende tabletas purificadoras de agua por dióxido de cloro. Otras referencias que tengo acerca de que el ClO2 no es tóxico, son las empresas que lo producen para diversos usos, y nuevamente encontramos lo mismo que el MMS, en la página de la empresa Dioxiclean, dos botellitas, una conteniendo clorito sódico al 28% y la otra el activador, ácido clorhidrico al 4%. La otra empresa es Ecodena (de México, Dioxiclean es Peruana).

      Me gusta

  8. Arturo Rodríguez Fernández dice:

    He leído todo el artículo, es interesante y cercano a lo que igual he hecho, aunque sin tener todo por escrito. Tengo una aportación que no veo esté incluida en su artículo, se trata primero de que si en realidad toman al ClO2 como sustancia tóxica, entonces por qué razón no están o estaban prohibidos los productos de marca registrada que se comercializan al menos en Estados Unidos y Reino Unido, estos productos son muy similares al MMS (existen razones para llamarlo así), y también tabletas solubles, la función es exactamente la misma, producir dióxido de cloro para purificar agua y beberla. Y me parece curioso que en el empaque de las tabletas se mencione que son hechas en España, un país que está en contra del dióxido de cloro. Al parecer las tabletas generadoras de dióxido de cloro son para uso de los militares según un tutorial de la empresa Aquamira que se encuentra en Youtube (a la facha aún existen varios vídeos de tutoriales, comparativos e informativos). También es importante mencionar que el dióxido de cloro se usa preferentemente para potabilizar el agua en Estados Unidos y otros países, debido a su alta eficiencia y no generar sub productos dañinos como pasa con el cloro. Al igual que pasa con las tabletas purificadoras, España es uno de los países que usa dióxido de cloro para potabilizar el agua que llega a las casas, curiosamente.

    Me gusta

    1. clo2info dice:

      La afirmación de que esté prohibida su venta es un tanto engañosa. En realidad esta es una sustancia muy usada y muy importante para la salud pública. Se producen toneladas al año, y en España hay fábricas para ello. Cualquiera puede usar este producto para tratar el agua de su piscina o, por ejemplo, si se va de acampada puede llevar este producto para que si tiene que beber agua de un río o manantial poder añadir unas gotas al agua recogida en su cantimplora y asegurarse de que en el agua no hay ningún patógeno antes de beberla. Esto es todo perfectamente legal en cualquier parte.

      Lo que no está autorizado es venderlo con fines terapéuticos para su ingesta directa. Desde ese puto de vista, su estatus legal es, hasta donde yo sé, igual al del cloro o la lejía doméstica. Son productos legales y usados ampliamente, pero no están autorizados para consumo humano. Si alguien los toma es ya cosa suya.

      Sobre su uso para potabilizar el agua, alimentos y más, con ventajas y desventajas, hay un buen resumen (en inglés) aquí: https://www.lenntech.com/library/clo2/chlorine-dioxide.htm

      Me gusta

  9. RAMS dice:

    Si el doctor Stanley Jacobs te leyera se reiría de tu ingenuidad, o de tu aparente ingenuidad. Al parecer los cambios van a ser dolorosos, tanto por la cantidad de muertos por este virus creado (dixi, Dr. Francis Boyle) y ´por que el dioxido de cloro a aparecido y amenaza malograrle los planes a la pandilla de Bill Gates y Antony Fauci et al, y podría hacerles perder dinero (quizás mucho dinero).
    La FDA se ha especializado en prohibir drogas y sustancias con enorme potencial para sanar muchas enfermedades y perseguir a médicos con terapias revolucionarias, sino preguntale al Dr. Max Gerson (medico aleman).
    Estamos en guerra, por si no te has dado cuenta, gente como tu no ayuda, y del otro lado, te van a patear, así que estas avisado. Y Cuidate mucho y no tomes el CDS o el MMS, eso déjalo para nosotros.

    .

    Me gusta

  10. Gabriel dice:

    Excelente artículo, casi de tesis universitaria. Coincido en la experiencia del artículo auto llamado «útil»,es basura del montón, desinformadora, que te niega los comentarios porque les aportas verdades en contra de su manipulación. Saludos cordiales desde islas Canarias.

    Me gusta

  11. Silvina P. dice:

    Felicitaciones por el excelente artículo. Bien fundado y con argumentos científicos, no basados en meras opiniones o dichos.
    Lamento coincidir con usted en qué no hay interés en estudiar cientificamente y en profundidad los efectos terapéuticos de esta sustancia, pese a los estudios del Dr. Kalcker y los numerosos testimonios. Una clave puede estar en lo que usted señala de que es una sustancia tan simple y económica que no se puede patentar. Pero aún así, aún cuando fuera de baja rentabilidad, podrían comercializarla y sumar algo más a la oferta del laboratorio… Entonces, cual es la razón por la que los grandes laboratorios no la comercializan? Solamente se puede especular que los testimonios de aquellos que lo usan son mayoritariamente ciertos, y que el uso terapéutico del Dióxido de cloro produce resultados positivos. Si es así, el riesgo de los laboratorios está en qué las personas que lo consuman dejen de depender de medicaciones crónicas o disminuya su consumo… Si el CDS funciona, no sería redituable, no solo por su escaso valor en sí mismo, sino por lo que los abogados denominamos «lucro cesante»…
    Esto permite entender la virulencia y uniformidad de los ataques al CDS en los últimos días desde la prensa y organismos públicos, ante la difusión del uso de una sustancia que podría afectar intereses multimillonarios. Todo ello en desmedro de la auténtica salud de las personas, que se ha transformado en «salud prohibida».

    Me gusta

  12. Mauro Melo dice:

    Señores…
    … comprendo el miedo y celebro la inteligencia.
    Envié muchos de estos artículos a amigos y colegas y casi nadie se gasta en leerlos. Ese el el problema!!!
    Estamos programados para aceptar y creer a los que nos enseñan. ESCUELA, TELEVISION, Hombres de guardapolvo blanco y antojitos… Y ya dejamos de investigar y experimentar.
    Nosotros tomamos TODOS en la familia por que a mi padre ( enfermo de cancer ) fue el unico químico que ( ayudado por diferentes terapias, como ozono, ayunos,, etc, etc…) dio resultados en solo 2 meses… muy evidentes, incluso para un médico. Soy Mauro, de Argentina… a pensar, a sentir, experimentar, luego a hablar! Saludos para todos

    Me gusta

  13. Paula molina dice:

    Y cual es el
    Correo electrónico de esta persona que da su testimonio sobre Cáncer, yo necesito pruebas por q mi madre con Cáncer terminal no cree en el cds y me urge darle pruebas, algún documento, fotos, etc

    Me gusta

    1. clo2info dice:

      La única información que puedo facilitarte es su nombre: Claudio Navas Marchioni y se dedica al teatro. Quizá puedas contactarle a través de alguna página de Facebook como esta: https://www.facebook.com/ObrasDeTeatrodeClaudioNavasMarchioni/
      Mis mejores deseos.

      Me gusta

Deja un comentario